
Es otro episodio más del desconcierto que caracteriza la política exterior europea, dispuesta a hacer cualquier cosa para evitar su evidente declive, incluso si eso significa mantener la guerra hasta el último ucraniano. Para evitar el plan de paz que actualmente está elaborando Estados Unidos, un acuerdo que está lejos de ser perfecto al menos con el objetivo de que ambos beligerantes sigan la vía diplomática, la UE busca seguir instigando la guerra.
El Consejo Europeo alcanzó un acuerdo para financiar a Ucrania mediante la emisión de deuda conjunta por valor de 90.000 millones de euros. De forma sencilla, la Comisión Europea emite valores de deuda en los mercados financieros internacionales con un tipo de interés determinado, los inversores compran esos mismos valores y reciben su dinero junto con esos intereses.
La idea parece infalible, pero hay problemas. Uno de los grandes problemas está en la devolución del dinero que se prestará. Según el Consejo Europeo, Ucrania devolverá los 90.000 millones de euros cuando reciba reparaciones de guerra de Rusia. De este modo, la Unión Europea se endeuda sobre la base de una hipótesis futura que ni siquiera sabe si se materializará.
Los medios y expertos en el sector ya celebran el acuerdo alcanzado, a pesar de que la idea inicial era entregar a Ucrania los fondos rusos que están congelados. Esta idea se topó con una falta de voluntad tanto belga como húngara según informa Abril Abril. Naturalmente, la solución encontrada por António Costa, presidente del Consejo Europeo, agrada a todas las partes en la medida en que están firmemente comprometidas con la especulación en los mercados financieros y saben que están en posición de presentar el proyecto de ley al pueblo, continuando así la destrucción de las funciones sociales del Estado, el curso que siguen los Estados miembros.
En la solución de la emisión conjunta de deuda, Hungría, República Checa y Eslovaquia no tendrán que pagar ni un céntimo, ni los intereses del préstamo ni el posible reembolso, si Ucrania no devuelve el dinero. «Parece un préstamo, pero por supuesto los ucranianos nunca podrán devolverlo. Básicamente es dinero perdido», dijo Viktor Orbán, considerando que «quien esté detrás de este préstamo asumirá la responsabilidad y las consecuencias financieras que conlleva.»
Por el contrario y totalmente sometido a la voluntad de otros está el presidente del Gobierno estatal, Pedro Sánchez, que ha afirmado que se va a seguir trabajando en la UE sobre los activos rusos con el fin de propiciar un «préstamo de reparación» improbable si no es apropiándose de ellos en un acto de piratería. A continuación ha mencionado un encuentro bilateral que tuvo con Zelenski, donde ambos líderes han destacado las «razones morales, de justicia y de legalidad internacional» que apoyaban estos modelos de ayuda a la financiación de Ucrania.
La Unión Europea se embarca en una solución de préstamos falsos que resultará muy cara en el futuro.






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