La Fiscalía de Granada ha solicitado una condena de 15 años de prisión para un agente de la Guardia Civil acusado de haber contratado a un grupo para asaltar a una mujer de avanzada edad que guardaba en su vivienda 50.000 euros en el municipio de La Zubia (Vega de Granada). Durante el asalto, la víctima fue retenida, atada y agredida hasta que los delincuentes lograron su objetivo.

En el juicio también se sentarán en el banquillo los siete presuntos autores materiales del asalto a la residencia de la mujer, de 73 años, junto con otra persona acusada de complicidad en los hechos.

El origen de la relación entre el guardia civil y la víctima viene dado por la defunción del hermano del agente, quien gestionaba inversiones. A raíz de ello, el acusado se encargó de devolver a los clientes los beneficios obtenidos.

Detalles del alijo y sucesos en el domicilio

El agente comenzó a llevarle el dinero a una anciana jubilada, que vivía sola en La Zubia y no salía de casa debido al temor al contagio durante la pandemia. Hasta marzo de 2021, se encargó de entregarle varias cantidades en sobres que sumaban 50.000 euros. No obstante, la mujer detectó que faltaban 10.000 euros y se lo reprochó a través de Whatsapp.

El acusado respondió expresando su malestar: «noto un tono amenazante en ti y eso no me gusta», según consta en el escrito provisional de la Fiscalía, al que tuvo acceso Europa Press.

Según las investigaciones, el guardia civil atravesaba una mala situación económica y, al saber que la anciana guardaba el dinero en su domicilio, decidió presuntamente contratar a delincuentes habituales para que asaltaran la vivienda y sustrajeran el dinero y los teléfonos móviles que encontraran, tal como reflejan las conversaciones entre ellos.

Tras una reunión en un bar del Polígono Juncaril, en la que el agente presuntamente transmitió las instrucciones, los acusados se desplazaron de madrugada a la casa de la anciana, saltaron la tapia y entraron en el inmueble.

Implicaciones del guardia civil y peticiones de la Fiscalía

Al percatarse del ruido, la mujer salió y fue interceptada violentamente: la tiraron al suelo, ataron con ropa y cinturones encontrados en la vivienda y le vendaron la boca para evitar que pidiera ayuda. Durante varias horas, desde la una hasta alrededor de las siete de la madrugada, la obligaron a entregar el dinero mientras la golpeaban.

Los autores del robo buscaron la caja fuerte, que encontraron fijada a la pared y que retiraron utilizando un hacha que uno de ellos llevó desde Málaga, debido a la falta de herramientas adecuadas en el domicilio. Además del efectivo, se apoderaron de varios dispositivos móviles.

El guardia civil, preocupado por la posible detección de su implicación, habría accedido a datos confidenciales mediante el sistema informático aprovechando que un compañero dejó abierta la sesión. Además, supuestamente compartió capturas de pantalla y avisó sobre seguimientos e intervenciones telefónicas, mostrando inquietud por la posibilidad de que alguien divulgara la información.

La Fiscalía atribuye al agente los delitos de inducción al robo en domicilio habitado, detención ilegal, lesiones y revelación de secretos, solicitando 15 años de prisión y la inhabilitación profesional. A los demás acusados se les considera autores directos de los mismos delitos y se reclama igual castigo. Para la persona acusada de complicidad, la solicitud de pena es algo superior a cuatro años.

Asimismo, se pide que todos los acusados indemnicen de forma conjunta y solidaria a la víctima con 96.707 euros por daños, objetos robados y perjuicios físicos ocasionados. La audiencia para juzgar este caso está programada para el 23 de enero en la Audiencia Provincial de Granada.

Fuente: Andalucía Información.