
Las mujeres presas palestinas de la prisión sionista de Damon están siendo objeto de una escalada de violencia y represión, que se manifiesta en violentas redadas en los pabellones y celdas, la retirada de sus velos y agresiones y violencia física, lo que constituye una violación flagrante de todas las leyes y convenciones de derechos humanos.
Varias prisioneras han testificado que las fuerzas de ocupación llevaron a cabo una brutal represión contra las habitaciones de las detenidas según informa Samidoun. Las sacaron a la fuerza al patio, las obligaron a sentarse en el suelo, les arrancaron los velos y las golpearon, especialmente en las piernas, además de utilizar perros y granadas aturdidoras, lo que provocó heridas entre las detenidas. Los testimonios confirmaron que esta represión es la cuarta solo en el mes de diciembre, sin ninguna justificación.
Los testimonios también revelaron que las reclusas sufren condiciones de detención extremadamente duras: las ventanas permanecen abiertas cuando hace mucho frío, solo hay agua fría en las duchas y los paseos y otros momentos fuera de las celdas a veces duran menos de una hora al día.
Las reclusas también mencionaron la mala calidad y la insuficiente cantidad de comida, lo que ha provocado una notable pérdida de peso en varias de ellas.
Hay una grave escasez de productos de higiene femenina y compresas, a pesar de las reiteradas peticiones de las reclusas, sin que la administración penitenciaria haya dado respuesta alguna.
Las instituciones de defensa de los presos y presas responsabilizan plenamente a las autoridades sionistas de la vida y la seguridad de las reclusas, advierten de los peligros que conlleva la continuación de esta política represiva y piden a las organizaciones de defensa de los derechos humanos que intervengan con urgencia para poner fin a las crecientes violaciones de los derechos de las presas palestinas de la prisión de Damon.






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